Traducción e Interpretación

Fundamentalmente existen dos tipos de traducción: la traducción escrita y la traducción oral (la que conocemos como interpretación).

Aunque puedan parecer lo mismo, ya que su objetivo es superar barreras lingüísticas y culturales, existe una gran diferencia entre ser traductor y ser intérprete. La primera diferencia es, como ya decíamos, la oralidad y la simultaneidad en la interpretación. Mientras que un traductor puede tomarse su tiempo para reflexionar sobre cómo traducir una oración, un intérprete dispone de segundos para reformularla.

Asimismo, los intérpretes necesitan tener un mayor conocimiento y dominio del vocabulario para poder emplear exactamente la palabra adecuada para cada situación y cultura ya que se podrían tener repercusiones graves y dar lugar a malentendidos o, al menos, así lo afirma Nicole Kidman en La Intérprete:


Además de que ambos deben poseer un gran dominio de las lenguas que interpretan, al intérprete se le exige tener una agilidad y capacidad notables para responder con rapidez, tener buena memoria, dominar la expresión oral (entonación, prosodia, etc.) y control del estrés.

Fuente: http://www.traduccionescontilde.com/wp-content/uploads/2015/02/diferencias-entre-un-traductor-y-un-int%C3%A9rprete-por-contilde.png
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